Este artículo fue publicado el 29 de diciembre de 2010 a las 23:45 y después de eso se han producido muchos sucesos que vienen al caso, en parte, de lo que yo argumentaba.
Desde hace un tiempo vengo diciendo que el fin del Mundo, o el final del mismo, tal como lo conocemos, no está muy lejano en el tiempo.
Los Mayas pronosticaron que en el solsticio de invierno del 2012 (21 de diciembre a las 11:12 GMT) habría un cambio, esto no está muy claro, pero lo cierto es que el
Calendario Solar Maya
calendario de este extraño pueblo termina en esa fecha. Se predice que en ese momento tendrá final el llamado «Quinto Sol» y que acabará con fuego y grandes catástrofes: huracanes, volcanes, meteoritos.
Además existen otros visionarios que también han situado -y no creo que sea por casualidad- esta fecha como el Fin del Mundo tal como lo conocemos. Entre ellos se puede citar al I Ching, un método de predicción utilizado por los Chinos desde hace más de 3.000 años, que en cierta manera, también, predijo el código binario utilizado por los sistemas informáticos. También cabe recordar el famoso «Código de la Biblia» empleado por un matemático en el que mediante unas cuadrículas (grid o rejilla) y utilizando un ordenador se descubrió que había mucha información relevante acerca de los grandes acontecimientos acaecidos en nuestro planeta durante los últimos 4.500 años.También en la Biblia se encuentra el Apocalipsis según San Juan (y según otros cohetaneos) en el que se relata la venida y el reino de la ambición por medio de una Bestia (esa bestia puede ser la avaricia simbolizada con las coronas y el poder) que controlará a la población hasta llevarla a una última gran guerra donde la humanidad se verá abocada a la perdición o a la salvación definitiva, dependiendo de como actue. No podemos olvidar (si lo olvidamos somos tontos) lo que está ocurriendo en el Mundo, donde el dinero se ha demostrado como el auténtico Dueño y Señor de todos, gobernando por encima de los justos. Las vidas valen menos que el dinero para muchos de ellos no importándoles nada más que amasar una fortuna.
Y por supuesto no podemos olvidar las profesias de Michel de Notre Dame (Nostradamus) que a pesar de ser menos claras y consisas si que reflejan y predicen lo que ha pasado y va a pasar.
Otro famoso, aunque mucho menos que el anterior, visionario fue Parravicini que en sus pinturas psicográficas y en sus escritos predice que el 2010 será un año en el que temblará la Tierra; en el 2011 comenzará el Fin y en el 2012 (casualidad) ese fin llegará a materializarse.
Mis teorías no son tan «astrológicas» ni «proféticas», pero si coincido en que este Mundo, o mejor dicho, este Sistema no puede permanecer por mucho tiempo más, tal como está establecido. Y no, solo, porque sea completamente injusto para el más débil (y tarde o temprano también para el más poderoso), si no por la suma de muchos aspectos, muchos de ellos debidos a nuestra conquista de la tecnología. Es decir, que paradójicamente, podamos ser víctimas de nuestro propio éxito.
Por ejemplo, se nos incita a consumir: queremos cambiar de coche cada 5 años, sale un nuevo modelo de teléfono móvil cada 6 meses (algunos usan doble núcleo y tienen más memoria y potencia que un ordenador completo de hace 7 u 8 años) tabletas, portátiles, ropa, televisiones LCD, LED, 3D, con USB grabador, Internet tan rápido que sería impensable hace unos años (en Japón por 39€ tienes una conexión de 1.000Mbits/s!!!) todo este consumo que se nos exige, nos crea muchos problemas y frustración cuando no podemos adquirir esos productos. Si puedes bajarte películas enteras en Alta Definición (HD) juegos de varios Gigabytes, aplicaciones, música, leer el periódico, ver las noticias y participar en programas, en minutos ¿quién va a pagar por ellos? y si nadie paga por ellos ¿esas industrias no cerrarán? Es paradójico, pero cierto, la tecnología nos está llevando a una situación similar a darle a un niño maleducado una pistola cargada.
Al mismo tiempo necesitamos cada vez más energía para alimentar todos esos artilugios, nuestros coches, máquinas y ciudades; pero nos vemos en la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles y de cerrar centrales nucleares de fisión, con lo cual se nos presenta otra paradoja: Necesitamos más energía pero necesitamos reducir la generación de energía actual, porque es contaminante.
Todos queremos las cosas lo más baratas posible y si son gratuitas mejor, pero todos queremos vender, trabajar y ganar dinero. Otra gran paradoja más aún cuando cada vez somos más en el Mundo.
Nadie quiere (en su sano juicio) que mueran millones de personas de hambre o enfermedades, pero si no murieran el planeta no podría sustentarnos. Otra paradoja con un sentido moral muy fuerte, pero con una realidad que choca fuertemente con la actual. En los años 60 el Sistema crecía, la economía era boyante y próspera, era raro que alguien no tuviera empleo, pero nadie ha pensado que eso, entre otras cosas, era porque eramos la mitad de la población actual.
En vista de nuevos sucesos he decidido actualizar la entrada con nuevos datos.
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Otro Sistema 