Todos sabemos que a lo largo de estos últimos años, por muchas reformas que se hayan realizado y con todos los recortes e injusticias sociales que hemos visto, nada ha cambiado. Todo lo que ocurre no es más que un espejo reflejando el egoísmo de la sociedad que, en el caso de los poderosos, pueden llevarnos a una debacle social.
Por mucho dinero que se inyecte en las venas del sistema financiero, si eso no se traduce en un mayor poder adquisitivo de todos nosotros, apoyado por una mejor y contínua formación, de nada habrá servido, pues en cuestión de poco tiempo todo volverá a estar igual. Pues si el paro continua, los impagos aumentarán, la gente ahorrará menos y por lo tanto los bancos perderán sus ganancias en es nido de especuladores llamado Bolsa.
El problema es que una sociedad en la que el 70% de la misma, vive con 1.000€ o menos, y cuando digo menos, me refiero a que hay casi 2 millones de familias con todos sus miembros en paro; hay casi 2,5 millones de españoles que no perciben salario alguno; pues es muy, pero que muy, difícil salir de una crisis económica, pues como es bien sabido, si no hay consumo no se genera empleo, es más, se cierran empresas (fábricas, industrias, bancos, tiendas, hoteles, restaurantes, talleres, etc.). Esto no es ninguna idea vaga y populista, es la auténtica realidad.
Si a eso le sumamos que cada vez somos más, y más egoístas; que entran en el mercado del consumo muchos otros países (esperemos que todos sus ciudadanos también) que hasta ahora no competían, pues nos encontramos con empresarios desalmados y descerebrados clamando por salarios bajos, horarios flexibles (así llaman a la esclavitud hoy en día) y por lo tanto trabajos inseguros y precarios. Con todo este panorama no hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que o cambiamos el paradigma ese de competir y lo sustituimos por crear y cooperar o nos enfrentaremos a la última y definitiva guerra mundial, que muy posiblemente no sea entre estados, si no entre clases.
La verdadera salida a todo este escabroso tema llamado Crisis, es simple: Formación, reciclaje, cultura, lógica y empatía. Energías renovables donde cada casa sea una auténtica central energética, depurado de aguas residuales, que hasta el último de los ciudadanos domine varios idiomas, usar las tecnologías para que el Sistema sea democrático de verdad y no como hasta ahora. Una sociedad es justa cuando todos sus ciudadanos tienen lo suficiente para vivir dignamente, acceso a la educación, la sanidad, la formación, la tecnología, a opinar en los asuntos que les incumben. Y todo esto es posible desde ya!!