Venezuela y los billetes de 100

Publicado: 17 diciembre, 2016 en Social

Todos estos años he andado diciendo y repitiendo hasta la saciedad (creedme) que lo más importante para una persona es contar con los recursos económicos suficientes para desarrollar una vida digna, si bien es cierto que lo sigo manteniendo, me gustaría aclarar mis afirmaciones un poco más pues se de buena mano que en España somos muy partidarios de «buscarle los tres pies al gato».

Venezuela es un claro caso de lo que no es entender las necesidades humanas, que como dirían los psicólogos humanistas, y sobre todo Abraham Maslow, van desde lo más elemental y necesario para la vida a niveles tan altos como la autorealización. Para que se entienda más claramente pondré una imagen de la Pirámide de las Necesidades de Maslow.

piramide_maslow

Está claro que esto no se debe –como casi ninguna cosa– seguir al pie de la letra, pero es una base para entender lo que quiero decir: lo primero es poder vivir, respirar, comer, descansar y reproducirte, junto, claro está con la depuración del organismo evacuando los desechos. Todo esto nos lleva, o nos debería llevar, a pensar que las personas necesitamos dinero para poder adquirir esa alimentación y nutrirnos, un lugar seguro para descansar que debería ser el hogar y que necesitamos contar con la salud y los recursos para conseguir ese dinero. En algunos casos por motivos de salud o desempleo no se pueden cubrir las necesidades elementales y por ello se necesita de un Sistema que entre en juego en esos momentos. Es un pacto tácito ya que, por un lado, aceptamos las normas legales, las normas morales, culturales y la pérdida de una parte de nuestra libertad; también pagamos una cantidad de más en cada uno de los productos o servicios que consumimos, para, a cambio, recibir prestaciones en caso de necesidad. Es el contrato social de Rousseau.

Pues bien, en Venezuela, tanto antes de Chávez como después de él, no se han percatado de esto tan sencillo: se dedican, por la derecha liberal, a reclamar democracia (como si fuera la solución a todos los problemas), bueno la democracia que a ellos les interesa para repartirse el poder y tener más y más recursos; y por otra a los «madurianos» que se les ha ido, directamente, la hoya con su control… mejor dicho, descontrol estatal. ¿a quién se le ocurre dejar sin valor a los billetes de 100 bolívares antiguos sin haber instaurado los nuevos? pues creo que solo podría ocurrírsele a George W. Bush, ¿no será que Bush está detrás de todo esto?… es broma. Lo cierto es que es tan gran idiotez que resulta difícil describirla de otra forma. Lo primero que tendría que haber hecho Maduro era, no recibir el «trono» en herencia, sino ganárselo como lo hizo Chávez. Después, debía haber realizado un programa de educación, culturización, formación y civismo, para que todos empezaran a trabajar unidos por un país más justo y avanzado, en donde los que mucho tienen entendieran que deben, incluso por su propio bien, compartir y arrimar el hombro en pos de que no haya nadie malviviendo.

Venezuela siempre ha sido un país en el que la violencia campaba a sus anchas, una especie de «Far West», con gente que ganaba mucho dinero gracias al petróleo y la corrupción; un país con una brecha social exacerbada; donde, poco menos, que la gente hacía lo que le viniera en gana; un país de capitalismo liberal brutal. Estos hechos desencadenaron que Chávez ganara las elecciones, y lo hizo bastante bien en cuanto a acabar con la diferencias sociales tan grandes, aunque solo tocó la superficie, pues quedó mucho por hacer, pero lo cierto es que Maduro no es Hugo y que ni unos ni otros (esto pasa en todo el Mundo) se han dado cuenta de lo que verdaderamente mueve a las sociedades.

Como dije, lo más importante es la economía en una sociedad, sin recursos económicos no puedes sobrevivir en un mundo capitalista, y para los puristas y marxistas ortodoxos, añadiré, que después de lograr la emancipación económica –disponer de recursos suficientes– viene todo lo demás, léase democracia (que de hecho no es más que votar cada x tiempo), me refiero a que primero la barriga llena, el corazón contento y el hogar, la familia; y entonces ya se puede pensar y alimentar a la mente para convertirte en un ciudadano de pleno derecho del cual nadie se pueda aprovechar; un ciudadano crítico y juicioso que no se crea todo lo que lea y que no se deje manipular ni por unos ni por otros.

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